Las pruebas no destructivas (END) más comunes para accesorios de tubería:
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Identificación positiva del material (PMI): identificación de la composición química del metal utilizado para fabricar el accesorio. Utiliza sensores PMI, incluida la fluorescencia de rayos X o la espectrometría de emisión óptica. Esta prueba se ejecuta con frecuencia para materiales de alto valor, desde acero dúplex en adelante.
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Líquidos penetrantes: esta es una prueba de bajo costo para detectar grietas o porosidad anormal en la superficie de los accesorios, y se ejecuta aplicando un líquido especial a su superficie.
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Contenido de ferrita: esta prueba tiene como objetivo medir el contenido de ferrita para los materiales dúplex, súper dúplex y acero inoxidable para garantizar que el metal pueda alcanzar el límite elástico, la tenacidad a la fractura y la resistencia a la corrosión que debe alcanzar. El contenido de ferrita se mide en costuras de soldadura por inducción magnética.
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Prueba hidrostática / prueba hidráulica (prueba de presión): el accesorio se llena con un líquido de prueba (por ejemplo, agua) y se aplica una presión para verificar si ocurre alguna pérdida de presión (lo que indicaría defectos de fabricación)
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Partículas magnéticas: mediante un campo magnético, se pueden identificar posibles discontinuidades o debilidades en la superficie.
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Macrografía: imágenes 2/3 D de elementos visibles a simple vista.
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Micrografía: imágenes en el microscopio para ver la estructura microgranular del metal y otros detalles no visibles a simple vista.
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Presión neumática: el accesorio se llena con aire a presión; Se toman medidas para ver si hay pérdida de presión debido a algún defecto.
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Radiografía: rayos X / rayos gamma para detectar imperfecciones que conducen a posibles defectos de calidad.
Fuera de las pruebas anteriores, la prueba de presión es una de las más comúnmente especificadas, especialmente para accesorios de misión crítica en la tubería.
